HABLEMOS SOBRE "LA CHARLA"

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Antes de que mi esposa Jenn y yo tuviéramos un hijo de catorce y otra de diecinueve, tuvimos el privilegio de ser pastores de jóvenes por trece años.

“¿Qué conversaciones tuviste con tus padres sobre sexualidad?” He oído muchas respuestas, pero la gran mayoría de adolescentes y adultos dijeron que nunca tuvieron conversaciones con sus padres sobre el diseño de Dios para su sexualidad. La falta de guía parental y el auge del internet nos ha llevado a creer que es crucial comunicar las ideas de Dios sobre la sexualidad en el ministerio de jóvenes. Eso fue hace casi 20 años, pero aprendimos que darle una enseñanza general a un grupo de adolescentes y hablar con nuestros propios hijos en profundidad son dos cosas muy diferentes. A veces resultaba muy bien, pero otras, era muy incómodo. Comenzamos a tener conversaciones más profundas con nuestra hija desde los últimos años de su primaria, y luego durante sus años de secundaria. Ella no tenía miedo de escucharnos (aunque a veces se sorprendía o abría mucho los ojos) o de hacernos preguntas sobre sexo, compañeros o situaciones con las que se encontraba.

Nuestro hijo, por otro lado, ha sido un poco más reservado para hablar de su sexualidad. El año pasado, el ministerio de jóvenes de la iglesia nos invitó a mí y a mi esposa a reunirnos con las chicas y los chicos por separado para hablar de una sexualidad sana. En la iglesia, antes de la reunión, nos dimos cuenta de que nuestro hijo se sentía algo ansioso al respecto. Lo llevé aparte a mi oficina y le pregunté qué sucedía y dijo “Papá, ¿por qué debo ir? Ya hemos tenido esta charla, ¡y siempre que lo hablamos se vuelve una conversación sobre hormonas y salchichas!” Claro que estaba exagerando un poco y pudimos mejorar en el tema, pero nos hemos reído mucho desde esa vez.

LLAMADO DE ATENCIÓN Y VESTIDO

Entonces, ¿por qué son estas conversaciones sobre sexo tan difíciles de afrontar para los padres? Hay muchas razones, pero una de las respuestas más simples es que, aunque no tiene por qué serlo, es parte del ser humano. De hecho, el primer miedo registrado en la Biblia es el miedo a la desnudez en relación a la sexualidad.

Génesis 2:25 dice que antes de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, se encontraban desnudos sin vergüenza. Luego, en Génesis 3, luego de comer del árbol, aún siendo marido y mujer y las únicas dos personas en el planeta, inmediatamente asociaron el miedo y la vergüenza a su sexualidad e intentaron cubrirse. Algo que necesitamos recordar es que los problemas sexuales rara vez comienzan con un problema de lujuria; comienzan desde la falta de confianza, cuando dudamos de la bondad de Dios o de su capacidad de saciar las necesidades de nuestro corazón.

Dios hizo dos cosas cuando encontró a Adán y Eva escondidos y avergonzados por su desnudez. Primero, les llamó la atención con suavidad. No los expuso, avergonzó ni los arrastró de sus escondites para castigarlos. Él simplemente los llamó y les dejó responder. Él nos da una invitación abierta lejos de la oscuridad y el miedo, hacia la luz y la sanidad de la sexualidad y la vergüenza. La segunda cosa que hizo fue cubrirlos. Ellos habían intentado cubrirse de su vergüenza con hojas, sin mucho éxito, lo que realmente refleja nuestra manera de lidiar con nuestra propia vergüenza. Dios mismo hizo ropa usando pieles de animales para vestirlos y cubrirlos con dignidad. Proverbios 25:2 dice “es privilegio de Dios ocultar un asunto, y privilegio del rey descubrirlo.” Dios no cubre las cosas porque sean malas o avergonzantes, si no porque son preciosas y valiosas. Dios los cubrió porque sus cuerpos y su desnudez eran invaluables, y vino a traer seguridad sobre lo que les causaba temor.

IDEAS PRÁCTICAS

Moral Revolution tiene muchos recursos para enseñar sobre sexualidad sana a la próxima generación, pero voy a compartirles tres revelaciones prácticas que aprendimos a partir de nuestra experiencia:

1. EL FIN DE LA VERGÜENZA COMIENZA POR UNO MISMO

Es difícil transmitir el diseño de Dios para una sexualidad sana y libre de vergüenza a mis hijos si todavía me “escondo tras un árbol”,  como Adán y Eva en Génesis 3. Recientemente, en una charla con los directores de MR, Cole y Caitlin Zick, Havilah Cunnington explicó que muchas de nuestras experiencias con la sexualidad antes del matrimonio involucran miedo, vergüenza, culpa o hasta impotencia. Padres: por el bien de nuestros hijos, debemos hacer lo que sea necesario para salir de nuestro escondite, hacia la luz. Quizás eso significa hablar con un consejero, un líder de confianza, pastor o amigo. Mamá o papá, tu valentía y libertad serán algunos de los regalos más grandes que podrás darles a sus hijos.

2. RESPONDE ESTA PREGUNTA: ¿POR QUÉ ESTAMOS LUCHANDO?

Es fácil tener claros los “no” y las cosas de las que estamos en contra, pero el verdadero poder se halla en las cosas que queremos conseguir, más que en las que queremos evitar. Necesitamos darles a nuestros hijos metas claras que alcanzar. Debemos responder a la pregunta “¿Por qué estamos luchando?” con respecto a su sexualidad. Luchamos para que ellos confíen y tengan una comunicación abierta y honesta con Dios y con nosotros. Luchamos para que tengan una vida sexual maravillosa en el futuro, una conciencia limpia, una vida libre de vergüenza, libertad, gozo y la capacidad de entregarse por completo sin miedo ni reservas. ¡Por esto estamos luchando, y podemos lograrlo si trabajamos juntos!

3. CUENTA TU HISTORIA.

Apocalipsis 12:11 dice “Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron.” ¡Hay poder en tu historia! Las conversaciones adecuadas a su edad con nuestros hijos sobre nuestros triunfos y derrotas les dan herramientas para enfrentarse a sus batallas. ¿Qué tentaciones has enfrentado? ¿Cómo respondiste, y qué hubieras hecho diferente? ¿Cuáles fueron las buenas decisiones que tomaste que dieron buen fruto en el futuro? No es necesario entrar en detalles, pero podemos darles confianza a nuestros hijos y una ventaja sobre el enemigo cuando les compartimos sobre las estrategias que usó contra nosotros y de qué manera las superamos.

Nuestros hijos aprenderán sobre sexualidad de una u otra manera. No siempre es fácil ni cómodo, pero el costo y la recompensa son demasiado asombrosas como para no compartir cuál es el buen diseño de Dios. Moral Revolution tiene muchos recursos, y continuará añadiendo herramientas para que tengas éxito. Estamos juntos en esto, creemos en ti, y Dios te dará la capacidad de conectar y comunicarte con tus hijos cuando te alíes con Él.

-Bob Bevan, Interno.

Bob es un pastor asociado de la iglesia Living Word Church (Palabra Viva) en Cleveland, Tennessee, donde ya ha servido de muchas maneras por más de veinte años. Le apasiona revelar la bondad y naturaleza de Dios y comunicarla la verdad transformadora de maneras prácticas. Bob y su esposa, Jenn, son padres orgullosos de una hija universitaria y un hijo que está comenzando la secundaria. Además de escribir y comunicar para su iglesia, Bob ama comunicar acerca de cuidarnos a nosotros mismos y a otros en las relaciones.

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