MI HIJO DE OCHO AÑOS Y LA PORNOGRAFÍA

Como padres, la idea de hablar de sexo con nuestros hijos puede resultar abrumadora y provocar mucha ansiedad.  Dependiendo de nuestra experiencia personal y conocimientos, podemos sentir que no estamos calificados para hablar del tema.  Si los problemas sexuales son parte de nuestro pasado o si seguimos luchando con ellos, la vergüenza puede paralizarnos.  Incluso si nos armamos de valor para abordar el tema, a menudo lo hacemos en una etapa de sus vidas mucho más tarde de lo que corresponde.  Cuando se trata de hablar acerca del sexo, el único error “irreparable” que puede cometer un padre es no hablar del tema.  Mi hijo mayor, Caleb, llegó un día del colegio sorprendido.  Tenía ocho años y ya nos preguntaba sobre “ser gay”.  Al parecer había empezado a escuchar que otros chicos hablaban de eso en la escuela.  El año anterior, cuando tenía siete años a él y a sus amigos les encantaba hablar de que la gente tenía “sexto”.  Después de unas conversaciones descubrimos que él quería decir “sexo” pero que no tenía idea de lo que era.  Le habían dicho que era cuando “dos personas se besaban en el suelo”.  Ambos casos empezaron a dar forma al paradigma sexual que tendría mi hijo, y la forma en que respondimos a estos momentos, desempeñaría un papel casi irreversible en su manera de pensar acerca del sexo.

En este artículo, quiero dar algunos consejos prácticos sobre cuándo y cómo hablar de sexo y pornografía con tus hijos.  Prepárate, es probable que tengas que empezar a tener estas conversaciones mucho antes de lo que crees.    

Empecemos por… cuándo hablar acerca del sexo y la pornografía.

Antes de sacar conclusiones apresuradas acerca de la edad en que los niños están listos para estas conversaciones, es importante saber qué está pasando realmente en nuestra cultura.  Los niños están descubriendo la pornografía con una frecuencia sin precedentes y a una edad mucho más temprana que antes.  Un estudio de 2009 del Journal of Adolescent Health, "Revista Médica de Salud del Adolescente" reveló que 85% de los hombres adolescentes y 50% de las mujeres adolescentes fueron expuestos a materiales pornográficos.  La mayoría de los estudios determinaron que la edad promedio de la primera exposición a la pornografía es entre los 8 y 11 años.¹

 

Esto es importante porque nuestro primer encuentro con cualquier tema tiene un impacto significativo en nosotros.  Como humanos, la mayoría de nuestros comportamientos son aprendidos y no innatos.  Lo cual quiere decir que nuestras primeras y más frecuentes experiencias en cualquier área se vuelven los cimientos de lo que creemos.  Una vez que se han establecido los cimientos en el ámbito de la perspectiva sexual, puede tomar años y mucho trabajo restablecerlos.  

Debido a la temprana edad en que los niños descubren la pornografía y lo accesible que se ha vuelto, estas experiencias con la pornografía dominan el mercado de la educación sexual.  El impacto de un paradigma pornográfico es sorprendente.  De acuerdo con la Asociación Americana de Pediatras, “los niños menores de doce años que han visto pornografía son estadísticamente más propensos a agredir sexualmente a sus compañeros”.  Esto se debe en gran medida al hecho de que “es común que las películas pornográficas muestren agresión física y verbal entre hombres y mujeres, así como actos sexuales que claramente degradan a las mujeres”.  De hecho, algunos estudios afirman que hasta el 88% de la pornografía muestra agresión contra las mujeres.¹

Hagamos una pausa y analicemos todo esto.  El 85% de nuestros hijos descubren la pornografía siendo adolescentes, muchos de ellos entre los 8 y 11 años.  Hasta el 88% de lo que se encuentran muestra sexo violento o agresivo.  Tenemos que superar el miedo y la vergüenza para poder empezar a tener las conversaciones necesarias en el momento apropiado con nuestros hijos.

¿Y cómo podemos tener estas conversaciones?

1. DEBES ESTAR LISTO PARA RESPONDER SUS PREGUNTAS

Cuando tu hijo empieza a descubrir palabras como “sexo”, “gay” o cualquier otra cosa asociada a la sexualidad, ¡NO TE ASUSTES!  La forma en que respondes es tan importante como lo que dices.  Sabes que tu hijo está listo para hablar de esto porque te empieza a hacer preguntas sobre el tema.  No importa lo joven que sea, si está en su mente, tiene que estar en la tuya.  Por supuesto que no tienes que darle todos los detalles antes de los 10 años, pero sí deberías responder las preguntas que te haga.

Como padres, tenemos que acabar con la idea de “La charla”.  Lo más importante es que establezcas un ambiente en tu casa que comunique que siempre estás disponible para conversar sobre sexo.  Lo que estás haciendo es establecerte como una fuente de información acerca de este tema.  Quieres que su mente recuerde que has respondido con comodidad y honestidad cuando han preguntado.  Luego, cuando crezcan y las preguntas sean más profundas, recordarán que TÚ eres su fuente de información.

2. CUIDA TU TONO

Es muy importante no avergonzar a tus hijos ni hacerles pensar que han hecho algo malo al preguntar sobre estas cosas.  En la historia que conté antes, mi hijo estaba tratando de decir “sexo” y no tenía idea de lo que era. Si yo hubiera respondido escandalizado o hubiera intentado burlarme de él porque le empezaban a gustar las chicas, le habría estado enviando el mensaje que no podía confiar en mí con respecto a este tema.  La próxima vez que le gustara una chica o tuviera una pregunta, lo más probable es que no hubiera acudido a mí.

3. SÉ HONESTO  

Puede que sea fácil mentir para evitar una pregunta incómoda. Sin embargo, a medida que tu hijo crece y se da cuenta de que no fuiste sincero eso hará que dude de las respuestas que le das.  Tampoco creo que sea buena idea ser condescendiente y decirles “no lo entenderías”.  Una de las cosas que le digo a mi hijo cuando no creo que esté listo para la respuesta es: “Hijo, es una buena pregunta, pero creo que eres un poco pequeño para saber la respuesta ahora.  ¿Qué te parece lo siguiente?  Si es algo que realmente quieres saber dentro de unos meses o un par de años, lo hablaremos en ese momento.  Quiero ser yo quien te responda esto.  Solo quiero hacerlo cuando sienta que eres capaz de entender un poco más del tema”.  Nunca he tenido algún problema con esta respuesta.  Normalmente dicen “Está bien, papá”.

Quiero volver a la conversación que tuve aquel día con mi hijo de ocho años. Respondí a sus preguntas así: “Bubba, vamos a responder a todas y cada una de las preguntas que tengas sobre este tema”.  Cuando me preguntó qué era el sexo le dije: “es algo que dos personas desnudas hacen juntos y que crea un bebé.  Además, es algo realmente bueno que Dios creó para que lo hagan un marido y su esposa después de casarse.  Desafortunadamente, a medida que creces, vas a escuchar muchas cosas negativas sobre el sexo, porque las personas lo usan de forma incorrecta”.  Luego le pregunté si quería saber más detalles sobre lo que se hace cuando estás desnudo.  Me dijo que todavía no quería saberlo.

Entonces le hablé sobre la pornografía y le dije: “En algún momento, puede que encuentres fotos o vídeos de personas desnudas teniendo sexo.  Tal vez  alguien te las muestre en su teléfono o iPad o las encuentres tú mismo por accidente.  Lastimosamente hay gente que hace estos vídeos y se llaman pornografía. ¿Alguna vez lo viste? ”  Me dijo: “no”, entonces seguí, “Bueno, es probable que eventualmente los veas.  Cuando eso ocurra, no tienes que asustarte,  solo deja lo que estés haciendo y ven a hablar conmigo.  No te preocupes, no voy a castigarte”.  A su edad le daba asco solo de pensar en el tema.  Por eso le expliqué: “Puede llegar el día en que no te dé asco y eso está bien, porque Dios nos hizo para sentirnos atraídos por el sexo opuesto.  Cuando te empiece a pasar, también podemos hablarlo”.

Desde entonces, hemos conversado a menudo sobre diversos temas relacionados con el sexo, dependiendo de lo que le da curiosidad.  Lo lindo es que siempre pregunta y yo siempre hago mi mejor esfuerzo para responder.  Creo que la mayoría de los niños no toman en cuenta la opinión de sus padres en cuanto al sexo porque estos no empezaron a conversar del tema sino hasta muchos años después de la primera exposición de sus hijos a la pornografía.  Debido a esto, cuando sus padres terminan por describirlo de una manera y les dicen que la pornografía es mala, esto contradice lo que la temprana exposición a la pornografía les enseñó.  Mi esperanza es que mis hijos vean a la pornografía como “La mentirosa” porque yo elegí ser su profesor de educación sexual mucho antes de que alguien pudiera darles una definición de sexo.

¹ Perry, L. David. “The Impact of Pornography on Children.” American College of Pediatricians, «20 June 2017, Perry, L. David. "El impacto de la pornografía en los niños". Colegio Americano de Pediatras, 20 de junio de 2017»

www.acpeds.org/the-college-speaks/position-statements/the-impact-of-pornography-on-children