¿ME ESTOY PERDIENDO DE ALGO?

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MAPA (Miedo a perderse algo, o FOMO en inglés) no es un término nuevo, si no una inseguridad que siempre está presente. En cuanto a la sexualidad, puede tener mucha influencia sobre algunas decisiones muy dañinas. Este blog es para aquellos que se preguntan: “¿Qué sentido tiene esperar para tener relaciones sexuales?” o “¿Por qué parar una vez que ya lo has hecho?”. Espero poder traerles claridad sobre por qué esto es importante, aunque parezca que todos digan que no lo es. Este es un sentimiento que conozco muy bien. Déjame introducirte a mi historia: mi experiencia en la infancia fue inusual comparada con la de la mayoría. La sexualidad fue algo que no conocí hasta bastante más tarde. Cuando era niño, se me cruzó la pornografía en alguna que otra ocasión, pero nunca pasé tiempo mirándola. Fui a una escuela pública toda mi vida, pero no supe qué era masturbarse hasta que estuve en décimo grado. Tengo que admitir que cuando finalmente lo descubrí, me sentí avergonzado de no saberlo. Lo supe una vez que me lo dijeron unos chicos de último año en una práctica de atletismo. En ese momento, mi inocencia se sintió más como ignorancia e ingenuidad que como una bendición.

A medida que pasaban mis años de secundaria y universidad, pude abstenerme del sexo. Cuando me casé con mi esposa en 2006, tenía 22 años y era virgen. A lo largo de mi vida, nunca sentí que me estaba perdiendo de algo, y tengo que darle crédito a Dios por haber guardado mi deseo de pureza. Aunque no haya sentido esto cuando era joven, ahora que soy pastor de jóvenes, me preguntan muy seguido sobre por qué sienten que se están perdiendo de algo, y sobre si necesitan “practicar”, y por eso quiero compartir mi perspectiva desde mi historia.

Como comentario aparte, es necesario decir que la justicia viene de Jesús, no de hacer las cosas correctas y evadir las cosas malas. No comparto mi historia para decir que yo tengo la clave del éxito, sino para inspirar a otros a creer que es posible. Mi deseo no es que mi historia cause condenación para aquellos que no lo han vivido de esta manera, sino que despierte esperanza y que el Espíritu Santo traiga verdad a medida que otros la leen.

PREGUNTA #1: SIENTO QUE TODOS LOS DEMÁS ESTÁN DISFRUTANDO DE ESTAS COSAS, Y ME PREOCUPA ESTARME PERDIENDO DE ALGO GENIAL AL NO TENER SEXO. ¿ES ASÍ?

Mi respuesta viene desde la experiencia de estar casado, pero también de las experiencias de otras personas con las que he hablado sobre esto. No puedo siquiera contar cuántas personas con las que he hablado han salido lastimadas por sus experiencias sexuales. Algunas se han sentido presionadas a complacer a otros, y otras se entregaron a alguien que no cumplió con el compromiso prometido.

Te diré una cosa: he hablado con muchas personas que han luchado contra la vergüenza debido a sus experiencias. Aún no he conocido a ninguna persona que me diga que el sexo no tiene ningún significado, y que es una actividad divertida que no crea absolutamente ningún vínculo. Aquellos que han probado la pornografía o el sexo antes del matrimonio muchas veces necesitan pasar por un proceso significativo de sanidad. El costo para nuestras almas es imposible de calcular.

Al contrario; el sexo para mí siempre ha sido una expresión de amor, y solo lo conozco en ese contexto. Para mi cerebro y mi espíritu es solo para intimidad muy profunda, no para placer instantáneo. No me malinterpreten; me encanta el sexo, pero en el contexto del matrimonio siempre se trata de amor, pasión y sacrificio. Nunca se me ha pasado por la cabeza algo como: “Yo sabía que debería haber tenido más sexo antes de comprometerme con una sola mujer para siempre”. ¡Muchas veces después de tener intimidad con mi esposa, le agradezco a Dios porque Él me salvó y ella es la única mujer con la que he experimentado esto!

PREGUNTA #2: ¿Y SI NO TENGO IDEA DE QUÉ ESTOY HACIENDO? ¿NO DEBERÍA TENER ALGO DE PRÁCTICA ANTES DE CASARME?

Esta pregunta me parece muy interesante, porque la naturaleza de practicar en esta área requiere entregarse a una persona. Déjame ser sincero: no tenía idea de cómo tener sexo en mi noche de bodas. De hecho, ni siquiera tuvimos sexo durante toda nuestra luna de miel por varias razones que seguramente explicaré algún día en otro blog.

Nuestros primeros años de casados estuvieron llenos de momentos sexuales algo incómodos que no salieron como alguno de los dos esperaba. Muchas veces nos poníamos algo cariñosos al principio para terminar frustrados por no haber terminado en intimidad. Aún con esos momentos, no desearía aprender al lado de ninguna otra persona. ¿Quién mejor para sobrellevar la incomodidad que mi mejor amiga, de la cual estoy enamorado? Con ella me siento a salvo, cubierto y libre para descubrir cosas. Estos momentos nos han unido, y hemos aprendido juntos. De hecho, seguimos aprendiendo. Además, si realmente hablaba en serio cuando dije “Hasta que la muerte nos separe”, aún me quedan muchos años para aprender a tener buen sexo, y déjame decirte algo más: ni siquiera lleva tanto tiempo 😊.

Hay muchísimo más para decir sobre este tema, así que siéntete libre de enviarnos más preguntas o experiencias. Nos encantaría ayudarte en tu proceso a medida que luchas por tu inocencia, restauración, pureza o deseo por lo desconocido.