SER DESEADA ≠ SER VALIOSA

AMIGA, SER DESEADA NO EQUIVALE A SER VALIOSA.

 

En el primer año de mi educación secundaria, mis amigas y yo teníamos un cuaderno de espiral plateado. Al pasar las páginas, verías nuestros nombres en la parte superior. Cada una tenía su propia página. Debajo de nuestros nombres, estaban los de los chicos. En pocas palabras, esa era la lista de los chicos con los que cada una había estado... besado, tocado, estado en la cama, perdido la virginidad...

Aquel cuaderno de espiral plateado que supuestamente medía lo valiosa, genial y popular que yo era, más tarde me perseguiría y me obligaría a enfrentar a los momentos que en realidad destrozaron mi valía. Según los estándares del libro, yo estaba por encima de todas, era la mejor y la más deseada. En aquel entonces, yo equiparaba el ser deseada con el ser valiosa.

¿De dónde proviene tu identidad? ¿En dónde encuentras tu valor? Cuando era adolescente, recuerdo muy bien haberme sentido "en la cima del mundo" como si "lo tuviera todo". Me sentía genial, tan popular. Lamentablemente, eso era todo para mí. La popularidad lo era todo. No me daba cuenta de que cuanto más larga fuera la lista, más trabajo tendría que hacer para salir del desastre que estaba creando.

Conoces el viejo dicho que dice: "mamá te advirtió que no tocaras la estufa caliente", pero ¿siempre tenemos que tocarla y experimentar el dolor por nosotros mismos para comprobarlo? Por favor, te lo suplico, déjame ser tu hermana mayor por un momento y decirte que el calor de la cama es peor que el calor de la estufa. Por favor, mantente alejada. La Biblia lo dice muy bien: "Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, que no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado" (Cantares 8:4 NTV).

El tiempo oportuno lo es todo, y vale la pena esperar. Espera a ser deseada por aquel con el que te has comprometido a estar para siempre. Debido a mis experiencias del pasado, incluso cuando mi increíblemente puro y paciente esposo me "deseaba", yo lo sentía retorcido y sucio, porque eso era lo único que yo conocía. Siempre había motivos ocultos. Me había rebajado a los encuentros casuales de una noche o las continuas "llamadas para tener sexo" tarde por la noche. De manera inconsciente, era difícil ver el "deseo" a través de los ojos del amor y no de la lujuria. Había conocido la lujuria durante demasiado tiempo como para creer que el amor era real.


Entonces, ¿en qué punto estás?

1. INTENTANDO SER DESEADA

DETENTE, SUELTA Y ESPERA. Deja de esforzarte demasiado. En cierta ocasión, escuché a la madre de una adolescente darle a su hija este sabio consejo: "No necesitas gustarles a todos los chicos, necesitas gustarle a uno, algún día". ¡Esto es tan cierto!

 

2. SINTIÉNDOTE DESEADA Y EN LA CIMA DEL MUNDO

¿De verdad lo estás? Tu bandeja de entrada llena, todo el mundo mandándote mensajes privados y tu calendario lleno de citas románticas puede sentirse bien en el momento. Pero déjame decirte por experiencia que tú eres valiosa sin ser deseada por muchos. Sigue resistiendo para encontrar al único, en lugar de entretener a muchos. La mentira de "sin compromiso" volverá para morderte por detrás.

 

3. LISTA PARA RENDIRTE

Yo veo esto muy a menudo, en especial en las chicas que dicen cosas como: "¿Ir a la fiesta de graduación? Sí, claro… ¡un chico jamás me invitará!". Entonces empiezan a cuestionar su valor en comparación con la chica que tiene una fila de chicos esperando para invitarla. Tú lo vales. No te rindas. Solo necesitas a un chico algún día. Puede que no sea hoy, pero espera por el indicado.