CONOCIÉNDOTE A TI MISMO: LAS CLAVES PARA VENCER LA INSEGURIDAD

DÍA 17 DE LOS 40 DÍAS DE VERANO

Tener una fe dispuesta a correr riesgos no es solo una recomendación, sino un requisito para agradar a Dios. La Biblia dice: "Sin fe es imposible agradar a Dios". A medida que nuestra relación con el Señor crece como individuos, Dios revela muy rápido que el arriesgarse es uno de los ingredientes clave para tener intimidad con Él. Vemos esto a lo largo de las Escrituras, una y otra vez Dios recompensa los actos de fe audaces. Los que siempre se destacan más para mí son Daniel y los tres muchachos hebreos que voluntariamente fueron hacia una muerte segura. Cuando examino la forma en la que tendemos a tomar decisiones como cristianos hoy en día contra esa escala de calificación para la fe, puede ser difícil ver similitudes.

En esta búsqueda de agradar a Dios, encontramos un poderoso paralelo de nuestras relaciones horizontales. Tanto en nuestra relación con Dios como con los demás, la intimidad se logra a través del riesgo, la fe y la confianza. Todos estos son los ingredientes clave para tener una relación profunda. Entonces, a medida que descubrimos la importancia de estos componentes para una relación, también es imprescindible que identifiquemos qué obstaculiza nuestra capacidad para obrar con estos componentes desde el centro de nuestro ser.

Mi propuesta se basa en que conocerte y amarte a ti mismo es la cualidad más importante que debes tener si quieres crecer en estas áreas. Daniel sabía exactamente quién era él, quién era su Dios, y este conocimiento guiaba sus acciones. A menudo, cuando luchamos por tomar decisiones, la nube más grande proviene de la preocupación por lo que puedan pensar los demás. Alguien que se siente completamente cómodo en su propia piel honra las opiniones de los demás, pero nunca vive ni muere por esas opiniones. ¿Cómo encuentras la determinación interna para entrar voluntariamente en la guarida del león? Con la confianza interna de que eres exactamente quien dijo Dios que eres y que Dios es exactamente quien dice ser.

La kryptonita que destruye la intimidad en las relaciones es la inseguridad. En las relaciones románticas, las inseguridades pueden hacer que una pareja pase horas, días e incluso años dando vueltas alrededor de problemas que parecen no desaparecer nunca. En las amistades, las inseguridades asumen lo peor en lugar de creer lo mejor. En los matrimonios, las inseguridades pueden hacer que uno de la pareja se cierre, que otro tenga celos y que un matrimonio se desmorone. En nuestra relación con Dios, la inseguridad nos minimiza a una forma de religiosidad. Es imprescindible que una persona sana se conozca a sí misma, se entregue a creer que Dios la hizo de esa forma A PROPÓSITO y, entonces, ame lo que Dios creó. Aquí tienes algunos pasos prácticos para sentirte más seguro en quién eres:

  1. LEE “EL CAMINO DE REGRESO A TI: UN ENEAGRAMA HACIA TU VERDADERO YO” DE IAN CRON


    Durante años yo luché contra las “evaluaciones de personalidad” porque pensé que eran una pérdida de tiempo. No fue hasta que terminé de predicar en un evento que un amigo me preguntó: “¿Te das cuenta de que predicas como si estuvieras derrotado y como si nadie te creyera? Tú constantemente enfatizas demasiado tus puntos para poder demostrar que eres inteligente”. Mientras dialogábamos, él me contó que lo mejor que él ha hecho por sus relaciones, ministerio y por sí mismo es aprender de verdad quién es y comprender por qué es así. Ya sea con este libro u otro, sumérgete en ti mismo y descúbrete. Será difícil, emocional, pero sanador y poderoso al mismo tiempo.

  2. AUNQUE LAS OPINIONES IMPORTAN, TÚ RECUERDA QUE COMO HIJO DE DIOS ESTAS NO DEFINEN TU IDENTIDAD


    Yo creo que uno de los mayores obstáculos de la autoconfianza es darle demasiada importancia a lo que los demás creen sobre ti. Nosotros a menudo le confiamos nuestra identidad a otros humanos imperfectos al permitir que sus opiniones cambien lo que somos, lo que hacemos o lo que pensamos. Nuestro creador es el único calificado para hacer afirmaciones sobre quiénes deberíamos ser.

  3. COMIENZA A TOMAR ALGUNAS DECISIONES DESDE EL PARADIGMA DE "LOS FRACASOS NO SON ACCIONES DEFINITORIAS, SINO UNA PRUEBA DE QUE HABÍA RIESGO"


    A menudo, las personas inseguras temen tanto al fracaso que no actúan y se reprimen; no cumplen su destino completo. El miedo al fracaso y lo que la gente piensa de nosotros cuando fallamos ha impedido que muchas ideas inspiradas por Dios despeguen. No permitas que el miedo defina tu búsqueda de su presencia.

Al elegir qué voces escuchar, busca a personas saludables que sean guiadas por Dios y puedan confirmar quién dice Él que eres. Encontrarte a ti mismo y ser quien eres podría ser tu único acto de adoración más grande que hayas realizado, porque ese acto en sí dice: "Dios, estoy de acuerdo en que fui hecho a tu imagen y soy bueno".