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¿CÓMO MANEJAS TU DESEO SEXUAL SIN… TÚ SABES?

PREGUNTA

¿Cómo manejas tu deseo sexual o tu deseo de tener sexo sin masturbarte? Me dijeron que la masturbación era mi única opción y quiero saber: ¿Existe otra manera? ¿Cómo puedo manejar mis deseos de manera sana?

RESPUESTA DEL EQUIPO

Primero que nada, queremos decir bravo por hacernos esta pregunta tan osada. Hay muchas personas que andan por ahí con esta misma manera de pensar, así que no estás solo. Ya el hecho de que estés preguntando muestra que deseas hacer las cosas bien, por lo tanto, ¡nos quitamos el sombrero!

Quiero traerte libertad y hacerte saber que manejar tu deseo sexual es completamente posible y la masturbación no es tu única opción. De hecho, probablemente es una de las peores "opciones" que el mundo pueda darnos. Sabemos que el miedo no es un buen motivador, de manera que no nos detendremos mucho en este punto, pero vale la pena mencionar los "contras" de la masturbación, sobre todo si escuchaste que la masturbación es la única opción (normal y sana) para controlar tu deseo sexual.

Comienzo con este punto: No he conocido a nadie que se sienta ganador después de haberse masturbado. Muchos dicen que se sienten avergonzados, vacíos y solos después de que todo acaba. Algunos dirán "no es para tanto", pero por lo general masturbarse definitivamente no los ha llevado a ser completamente libres (y ¿no es eso lo que todos estamos buscando... libertad, gozo, esperanza y, pues, vida abundante?). Muchos se dan cuenta de que mientras más lo hacen, más aumenta su deseo sexual. Esto tiene sentido porque

 

Cuando alimentas tu apetito, este crece.

 

Si estás tratando de calmar tu deseo sexual masturbándote, en realidad, no te estás ayudando a ti mismo. El tema es que, cuando estás excitado o alcanzas el orgasmo, suceden varias cosas: tu cuerpo se inunda de hormonas que causan una gran ola de placer (endorfinas) y nos unen a la actividad, el material, los rostros, las fantasías o cualquier otra cosa a la que nos exponemos mientras nos masturbamos (oxitocina, vasopresina). La combinación de estas hormonas nos hace sentir atados a la experiencia y nos lleva a repetir la actividad una y otra vez. Eso es lo último que quieres si estás tratando de calmar y controlar tu deseo sexual.

Es curioso que pensemos que la mejor manera de sentirnos satisfechos sexualmente es masturbarnos tanto como podamos sin "llegar al clímax". Lamentablemente, esto nos deja sintiéndonos frustrados y vacíos. ¿Por qué? Porque Dios nos creó de tal manera que nuestros cuerpos están programados para "terminar lo que empezamos" sexualmente. Parte de esto tiene un propósito relacional, en el que podemos experimentar la unidad con nuestro cónyuge. Sin la relación que permanece después de que el orgasmo desaparece, sentimos que algo nos falta. No nos sació de la manera que pensamos que lo haría y nos quedamos con los mismos deseos que teníamos antes. ¿Por qué la masturbación no satisface estos deseos "sexuales"?

 

Con frecuencia, no nos satisface porque nuestros deseos sexuales tienen muy poco que ver con el sexo en sí y mucho que ver con nuestra salud física, emocional, espiritual y relacional.

 

Volvamos al punto en cuestión: si manejar tu deseo sexual se siente como una batalla interminable, es probable que haya algo fuera de lugar en tu vida. Puede ser espiritual, emocional, físico o relacional. ¿Cómo puedes corregir esto?

 

1. APRENDE Y PRACTICA LA AUTOCONCIENCIA

La autoconciencia es conocerte a ti mismo: qué te gusta, qué no te gusta, cómo te sientes, en qué eres bueno, en qué no eres tan bueno y cómo afectas a los que te rodean. ¿Por qué es importante esto? Porque muchos de nosotros actuamos sexualmente y no sabemos por qué.

Nosotros, como seres humanos, odiamos el dolor y haremos lo que sea para evitarlo. Cuando tenemos básicamente cualquier sentimiento incómodo, comenzamos a buscar confort. Esto forma parte de nuestro diseño; fuimos creados con la capacidad de resolver nuestros problemas, de buscar respuestas y de encontrar lo que necesitamos. Este confort puede venir de relaciones sanas o puede venir de adicciones a comidas, drogas, televisión, sexo, masturbación, etc. ¿Hay algo de malo en buscar confort? Por supuesto que no. Pero debemos encontrar soluciones permanentes a los problemas repetitivos, ya sea por falta de intimidad, demasiado estrés o nuestra incapacidad de procesar el dolor.

 

2. PRACTICA EXPRESAR TUS SENTIMIENTOS Y EXPERIENCIAS

¿Estoy herido? ¿Enojado? ¿Solo? ¿Cansado? ¿Decepcionado? ¿Vulnerable? ¿Soy inseguro? ¿Tengo hambre? Cuando somos capaces de expresar lo que sentimos, somos aún más capaces de expresar lo que necesitamos. Y cuando podemos expresar nuestra necesidad, podemos satisfacerla de manera apropiada.

Cuando no podemos expresar nuestros sentimientos y experiencias, somos incapaces de satisfacer la necesidad que se esconde debajo del sentimiento.

 

3. APRENDE Y PRACTICA EL DOMINIO PROPIO

Es muy probable que no necesite decirte esto, pero si eres un creyente y has elegido vivir una vida apartada y dedicada al Señor, entonces la Biblia es muy clara cuando dice que Dios quiere que seas capaz de controlarte A TI MISMO y que nada te domine. Esto incluye cualquier y todas las adicciones como la masturbación, la comida, las compras, la cafeína, las apuestas, tú sabes cuales son. Puedes leer un poco más al respecto en 1 Tesalonicenses 4:3-7.

 

Toma en cuenta esto: el dolor momentáneo tiene sus beneficios a largo plazo.

 

En la cultura de hoy en día, TODO se trata de la gratificación instantánea. Retrasar la gratificación, al tener dominio propio, no es una idea popular. Todos queremos ser delgados, pero no queremos hacer ejercicio. Todos queremos tener dinero, pero no aprendemos a ahorrar. Queremos tener relaciones increíbles, pero no practicamos el dominio propio que requiere amar, honrar y apreciar a nuestros seres queridos. En pocas palabras, si más adelante vamos a cosechar los beneficios de una vida saludable, tenemos que aprender a decirnos que NO a nosotros mismos algunas veces.

¿Va a ser difícil? Probablemente, al menos al principio. Recuerda, si esto ha sido un patrón en tu vida, debes romperlo mediante la abstinencia. Esto significa decirte que no a ti mismo cuando quieras masturbarte, sobre todo si estás acostumbrado a decirte que sí y tu cuerpo obtiene lo que quiere. Pero si perseveras, con el tiempo, este patrón perderá mucho de su fuerte atracción. Mientras más te digas que no, más fácil va a ser y el ciclo se va a romper.

 

4. SÉ CONSCIENTE DE TUS NECESIDADES

Hay necesidades relacionales básicas que todos tenemos como conexión, intimidad, comprensión, entre otras, y la masturbación puede actuar con frecuencia como tranquilizante o como solución temporal cuando una, algunas o todas estas necesidades no se satisfacen.

La masturbación es a menudo un problema de intimidad. Es crucial para las mujeres sentirse comprendidas y valoradas; sin esto, muchas mujeres usan la masturbación como vía para sentirse amadas, deseadas, sexis y visibles, así sea solo por un momento. Los hombres pueden muchas veces tener el deseo de masturbarse porque se han sentido impotentes o humillados. Pero todo se resume a la calidad de las relaciones en las que las personas estén involucradas y en cómo se sienten acerca de sí mismas en esas relaciones. Evalúa tus relaciones y asegúrate de tener a tu alrededor personas que te conozcan y sientan que tú las conoces. Las relaciones deberían darnos vida y fortaleza.

Crecer en las relaciones te mantendrá en pie como hombre y como mujer, y te promoverá salud y felicidad. Tener suficientes conexiones emocionales sanas con los que están a tu alrededor te ayudará a traer tu deseo sexual bajo control. Si obtienes lo que realmente necesitas, no tendrás que usar la masturbación como "solución temporal" a tu necesidad.

 

5. SÉ CONSCIENTE DE LO QUE ESTÁ ESTIMULANDO TUS SENTIDOS

Analicemos esto: Es muy importante estar consciente de lo que provoca tu deseo sexual o de lo que te estimula. ¿Qué es lo que estás mirando (películas, series, comerciales, Facebook, chats, blogs, etc.)? ¿Qué es lo que estás escuchando (música, radio, debates, pódcast, etc.)? ¿Con qué tipo de personas te rodeas y qué temas hablan? ¿Estas personas te edifican? ¿Te están animando o alentando para que persigas tus objetivos y sueños? ¿Hablas de cosas que edifican o de cosas que destruyen? Con la perversidad sexual acechándonos, es muy fácil que seamos estimulados sexualmente, así que sé consciente con qué alimentas tu cuerpo, alma y espíritu.

 

6. DEJA QUE DIOS PARTICIPE

A lo mejor ya lo hiciste, pero deja que Dios participe en todo el proceso. Trata de no caer en el hábito de tan solo esperar que él responda las preguntas o pedidos que no le hiciste. Pídele. Llora. Enójate si es necesario. Dios no tiene miedo de tus emociones, ni de tus decepciones, ni de tus miedos ni de tus defectos. Deja que él participe en todo.

Cuando dejamos que Dios acceda al centro de nuestro comportamiento, él está listo y dispuesto a darnos cambios duraderos. Después, encuentra la manera de trabajar a su lado para mantenerte libre. Esto puede implicar que tengas un plan escrito de cómo manejar los sentimientos que preceden al deseo de masturbarte. El Espíritu Santo es capaz de guiarte a toda verdad y puede darte la fortaleza, junto a estas herramientas, para que manejes el deseo sexual que Dios te dio. Dios jamás va a darte algo que no seas capaz de manejar.

 

7. DEJA QUE OTROS PARTICIPEN Y DILE NO A LA VERGÜENZA

Nosotros apoyamos mucho el vivir en comunidad. Así que te animamos a que pidas ayuda y proceses lo que te está pasando junto a aquellos líderes, pastores, padres, madres, sean quienes sean, que tengan amor, más experiencia y más sabiduría. Ellos ya han pasado por esto y recuerda que no hay nada vergonzoso en recurrir a otros para pedirles ayuda. Al hacer esto, puede que sin querer encuentres la intimidad, la conexión y el confort que necesitas para poder manejar bien tu deseo sexual.

 

8. EL CAMBIO TRAE CAMBIO. ADEMÁS, NUNCA SUBESTIMES EL ARTE DE LA DISTRACCIÓN

Si estás rompiendo con el patrón de ceder ante tu deseo sexual, tienes que empezar a hacer algo diferente. Por ejemplo, en vez de quedarte en la cama, levántate, lee un libro o juega un juego. Si te lleva al fracaso, deja de mirar lo que para ti son "programas normales" o deja de ir al lugar que normalmente frecuentas después de hora. Esto forma parte de practicar el dominio propio y la autoconciencia. En aquel momento de debilidad, debes reentrenar tu mente y tu cuerpo. No cedas. Levántate. Encuentra otra actividad. Distráete. Deja de aislarte. Pasa más tiempo con otras personas. Cambia y tu cambio vendrá.

 

EN CONCLUSIÓN, LA MASTURBACIÓN NO ES TU ÚNICA OPCIÓN

No tienes por qué sentir que tu deseo sexual está fuera de control. Puedes manejarlo al crecer como persona en todas las áreas, al aprender a suplir tus necesidades y al mantener tu relación con otros. Solo tienes que visualizar el objetivo de por qué dejarías a un lado la gratificación instantánea y soportarías el dolor: ¿qué ganas tú con esto? Esta es una pregunta que de verdad necesitas responder en tu corazón.

Las personas fuertes pueden decirse a sí mismas qué hacer. Si te ejercitas en estas cosas y estás completo en cuerpo, alma y espíritu, entonces sí podría simplemente reducirse al hecho de que quieres tener sexo. Quizás tengas que practicar decirte que no, al menos por un tiempo. No hay nada perjudicial en abstenerse de sexo o masturbación; de hecho, puede que crezcan en ti todas las cualidades del carácter que te guiará a tener relaciones sanas y que satisfacen como el matrimonio y una gran vida sexual.

Piénsalo de esta manera: no puedes comerte cada cosa dulce que veas porque estarías en riesgo de convertirte en diabético. No puedes tener sexo cada vez que estés caliente. Estás aprendiendo a cómo controlar ahora tu deseo sexual, para que sepas más adelante cómo dirigir ese deseo a una sola persona, tu cónyuge. Tu cónyuge estará siempre agradecido de que solucionaste esto ahora y no a los cinco (o cincuenta) años de estar casados.


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