Moral Revolution

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5 PAUTAS PARA INSTRUIR A TUS HIJOS EN LA SEXUALIDAD

PAUTA # 1: ACEPTA QUE EL MUNDO EN EL QUE CRECEN TUS HIJOS ESTÁ ABIERTO A LA SEXUALIDAD. ES TU TRABAJO SER UNA VOZ EN LA QUE CONFÍAN Y QUE LES ENSEÑE LA VERDAD SOBRE EL SEXO.

Vivimos en días de publicidad masiva, entretenimiento e Internet. Las imágenes e información sexual saturan todos los medios de comunicación. Si bien es bueno proteger a los niños hasta donde podamos, no podemos fomentar la fantasía de "La pequeña casa en la pradera" para que no estén expuestos a este tipo de contenido.

El libro de Proverbios, que podría llamarse el manual de crianza de la Biblia, aborda el tema de la sexualidad. Este advierte contra ser seducido a tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, y alaba la bondad y belleza del sexo dentro del matrimonio (ver Proverbios 5). También advierte varias veces que los jóvenes necesitan sobre todo sabiduría. Nuestro objetivo en la crianza es criar niños que no solo sean inocentes como palomas, sino también sabios como serpientes cuando se trata de manejar sus vidas en este mundo perdido. No podemos filtrar el planeta. Pero podemos enseñar la verdad y el autocontrol.

Sí, la forma en que le hablas a tu hijo de ocho años sobre sexo será diferente a la forma en que le hablas a tu hijo de catorce años. Es útil que las madres hablen con sus hijas y los padres con sus hijos. Pero ustedes necesitan mostrarles que esta es un área de la vida en la que desean tener una conversación abierta sobre lo que están enfrentando en el mundo y experimentando en sus cuerpos, mentes y corazones.

Haz que tu objetivo sea averiguar cuáles son sus preguntas y responderlas, en lugar de tratar de responder tus preguntas. Podrías decir algo como lo siguiente: "¿Tienes alguna pregunta sobre la sexualidad hoy? ¿Qué quieres saber? ¿O qué has aprendido sobre el sexo?".

PAUTA #2: RECONOCE QUE HAY UNA BATALLA ESPIRITUAL DETRÁS DE ESTA CULTURA SEXUALIZADA Y PON TU ESPERANZA EN EL HECHO DE QUE LA VERDAD TRIUNFARÁ.

Aun más que cuando éramos joven, nuestros hijos están siendo bombardeados con un espíritu anticristo y adoctrinados en un enfoque anticristo de la vida, especialmente en la escuela.

Este espíritu anticristo gobierna a través del miedo. Es un matón y realmente quiere que cualquiera que intente llamarnos de vuelta a la verdad se calle. Decir la verdad se ha convertido en un riesgo para las profesiones de aquellos que intentan trabajar dentro del sistema y ayudar a los niños mientras estos navegan las presiones de las agendas sociales y las políticas de identidad.

La iglesia y el hogar son dos espacios en los que tenemos autoridad para decirle la verdad a nuestros hijos. Es importante que estemos creando activamente un ambiente donde no solo escuchen lo que la Biblia enseña sobre el sexo, sino que vean a personas que viven en la verdad y en un ambiente donde el espíritu de miedo es rechazado por el Espíritu de poder, amor y autocontrol.

Tenemos la oportunidad de mostrarles a nuestros hijos cómo vivir con una esperanza inquebrantable en el evangelio frente a una cultura que lo está rechazando. Piensen en Daniel y sus amigos que vivían en Babilonia, donde la adoración satánica y las orgías se practicaban abiertamente. Si el Espíritu Santo pudo empoderar a Daniel y a sus amigos para que vivan en pureza y devoción a Dios en esa cultura, entonces el Espíritu Santo puede empoderarnos a nosotros y a nuestros hijos a hacer lo mismo hoy.

PAUTA #3: RECONOCE QUE SOLO SERÁS CAPAZ DE GUIAR A TUS HIJOS HACIA LA LIBERTAD EN LA QUE TE ENCUENTRAS. DI LA VERDAD SOBRE TU PROPIO VIAJE.

Es una decepción grande ser guiado por alguien que es un hipócrita. Padres, necesitamos caminar en la luz y construir un enfoque saludable para proteger nuestro propio corazón y mente si queremos llevar a nuestros hijos a que logren lo mismo.

Caminar en la luz significa dejar que nuestros hijos vean que somos seres humanos reales en un viaje de lucha y crecimiento. Eso no significa apoyarse en ellos como alguien a quienes rendirle cuenta, sino ser abiertos sobre lo que hemos aprendido en cuanto a manejar nuestra sexualidad.

Papás y mamás: si están viviendo en libertad en la sexualidad, entonces es porque han enfrentado y luchado contra la tentación de volverse adictos a escapar del estrés en sus vidas a través de la satisfacción sexual.

Han superado las falsas promesas de la pornografía y aprendido lo irrespetuosa que es.

Han lidiado con la necesidad de obtener su identidad y sentido de aceptación a través de la experiencia sexual o de una relación sexual.

Han aprendido los peligros de vivir aislados y permitir que la vergüenza secreta crezca en sus vidas, y cómo estos dañan la intimidad y la conexión con Dios, su cónyuge y los demás.

Han aprendido a cultivar relaciones y prácticas saludables en sus vidas que mantienen el amor, el respeto, la santidad, la pureza y la conexión, y a cultivar límites que los mantienen lejos de las influencias tóxicas.

Lo más importante es que han encontrado la gracia y el poder de Dios para mantenerse alejados de la tentación, restaurarse del pecado y empoderarse para caminar en victoria sobre las cosas que los mantenían atados.

Esta es la sabiduría que tienen que impartirles a sus hijos y que impregna toda la historia de sus vidas. Dejen que sus hijos los conozcan a través de sus historias.

¡Si no están viviendo en libertad, entonces todas estas cosas están disponibles para ti! Búsquenlas por su bien y por el bien de sus hijos.

PAUTA #4: NO LE MUESTRES A TUS HIJOS TU CORAZÓN CON MIEDO E IRA, SINO UN CORAZÓN QUEBRANTADO EN TORNO A LAS MALAS ELECCIONES SEXUALES (O CUALQUIER MALA ELECCIÓN).

Hace años, uno de los ancianos de mi iglesia me llamó y me dijo: "Acabo de hablar con mi jefe. Al parecer, mi hija de catorce años y su amiga se emborracharon con vodka y tiraron los muebles del patio de mi jefe en su piscina. No sé qué hacer. Podría perder mi trabajo por esto. Estoy tan enojado”.

Yo le dije: "Tú tienes miedo y estás herido. Estás usando la ira para sentirte fuerte porque te sientes tan impotente en este momento. Por favor, no le muestres a tu hija tu ira. Muéstrale tu corazón quebrantado”.

"Bueno, hablé con ella", él respondió.

"¿Cómo te fue?", le pregunté.

“Le pregunté: ‘¿Qué se siente estar borracha?’. Y ella dijo: ‘Me gustó’. Yo estaba tan furioso que tomé mi taza de café y la tiré contra su espejo”.

Qué pena. Esa noche él perdió a su hija, por el resto de su adolescencia se distanciaron y ella estuvo fuera de control. Recién cuando ella se convirtió en madre soltera a los veintiún años, se reconciliaron y comenzaron a reconstruir su relación.

Cuando nuestros hijos nos rompen el corazón y les mostramos ira, atacamos nuestra conexión con ellos tanto como ellos la atacaron con su mala elección. Podemos establecer límites y emitir consecuencias para las malas decisiones, mientras nos quitamos nuestros chalecos antibalas y les mostramos a nuestros hijos que estamos asustados, heridos y tristes por ellos. Esto les brinda la oportunidad de limpiar su desastre y proteger lo único que importa: nuestra conexión con ellos.

PAUTA #5: MUÉSTRALES A TUS HIJOS QUE, COMO JESÚS, TÚ ESTÁS BUSCANDO CONECTARTE CON SUS CORAZONES, Y NO CONTROLAR SU COMPORTAMIENTO.

No hay nada más importante en tu relación con tus hijos que tener una conexión sincera con ellos. Este es el punto de influencia donde tú puedes derramar tu amor, respeto, valores, sabiduría y fuerza en sus vidas. Tu trabajo es seguir ahuyentando al miedo en esa conexión y seguir manteniéndote en tu postura para que tu hijo vea que nada importa más que eso. El mensaje que queremos dejarles es el siguiente: “Todo lo que quiero es que te preocupes por mi corazón tanto como yo por el tuyo”.

Este es el corazón del Padre para nosotros en el nuevo pacto. En el nuevo pacto, ya no estamos construyendo nuestras vidas en torno a la protección de las reglas, sino en torno a la protección de nuestra conexión con el corazón de Dios. Ser maduros es aprender a manejar nuestra libertad para proteger esa conexión.

Lo que queremos es preparar a nuestros hijos para que manejen valientemente su libertad para amar a Dios, a sí mismos y a los demás en un mundo que quiere mantenerlos en esclavitud. Así que sigamos buscando más libertad en nuestras propias vidas e invitando a nuestros hijos a que nos acompañen.

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